lunes, 19 de octubre de 2015

Maternidad

El milagro de la vida y la dicha de ser mujeres y por decisión o por "accidente" ser madres.

Aceptar y reconocer ese poder co-creador con el universo, que nos da la posibilidad de crear vida junto a otro ser humano, sentir la magia de ese proceso y descubrir el verdadero milagro que surge de la unión y la pasión.

Aceptar y amar nuestra condición de mujeres, agradecer porque sólo nosotras, podemos generar y traer vida al mundo. 



¿Qué importa si el cuerpo cambia? ¿qué importa si la piel se estira y salen estrías? éstas, son las huellas y señales del paso y evolución de una vida por nuestro cuerpo. El cuerpo se transforma para crear vida y se siente la dicha de tener dos almas dentro de un mismo cuerpo.

Amar nuestra condición, amar nuestro cuerpo como es, amar la naturalidad de los cambios que implica la maternidad, amarnos nosotras como mujeres y seres divinos dadoras de vida, aceptar este nuevo rol de la vida y comprender que sólo siendo mamás felices (no perfectas) podremos tener hijos felices.

Confío que mi misión ha empezado, pero ahora, recobra más fuerza porque empiezo a transmitir a un nuevo ser que Dios me ha encargado, lo mejor que yo he descubierto; darle al mundo lo mejor de mí a través de un hijo.

Una nueva generación ha despertado y a todas mis lectoras madres que Dios bendiga nuestro camino para guiar, amar y cuidar a esos nuevos seres de luz que llegan a la Tierra a través nuestro.

Paulina

No hay comentarios.:

Publicar un comentario