martes, 31 de marzo de 2015

¿Cuándo fue la última vez...?

¿Cuándo fue la última vez que sentiste que se expresaba tu alma?

¿Cuándo fue la última vez que lloraste de felicidad?

¿Cuándo fue la última vez que bailaste?

¿Cuándo fue la última vez que horneaste un pastel?

¿Cuándo fue la última vez que pintaste algo?

¿Cuándo fue la última vez que besaste a un bebé?

¿Cuándo fue la última vez que escalaste una colina?

¿Cuándo fue la última vez que nadaste desnudo?

¿Cuándo fue la última vez que caminaste al amanecer?

¿Cuándo fue la última vez que conversaste hasta romper el día?

¿Cuándo fue la última vez que hiciste el amor por horas?

¿Cuándo fue la última vez que comulgaste con la naturaleza?

¿ Cuándo fue la última vez que buscaste a Dios?

¿ Cuándo fue la última vez que te sentaste en silencio y saludaste a tu alma?


Cuántas veces, vivimos en "automático" haciendo lo que "se debe hacer" o peor aún lo que "tengo que hacer". Cuántas veces sentimos que somos uno más del montón y que nuestra vida no tiene un para qué, ni un propósito? Caminando por la vida por andar, sin rumbo ni dirección, sino porque así nos lleva a gran masa, llamada sociedad.

Hoy, aquí y ahora, haz un alto y contesta una a una las preguntas anteriores, pregúntate y respóndete desde el fondo de tu corazón.

¿Cuando fue la última vez que te sentaste a escuchar y hablar con tu ser?

Con amor,

Paulina 

lunes, 16 de marzo de 2015

El Perdón


El perdón libera más a quien lo da, que a quien lo recibe. El perdón es amor. El perdón no significa olvido, pero sí, que el recuerdo ya no duela.

El perdón hacia los demás y hacia uno mismo, es reconocer que el otro al igual que yo, somos humanos y por ende, estamos sujetos a error. Si en algún momento el error del otro o de uno mismo,  nos afectó, pudo deberse a la ignorancia o falta de consciencia.

Perdonar y perdonarnos es vital para liberarnos de ataduras, soltar el pasado, dejar el rencor y el odio y poder seguir viviendo más ligeros y amorosos para el bienestar propio.

Perdona no por el otro, sino por ti.



Mediante el amor y la aceptación comenzamos a perdonar, no significa que sea fácil pero es necesario para poder seguir caminando más livianos por el viaje llamado vida.

Pregúntate hoy: a quién necesitó perdonar?

Paz y reflexión,



Paulina.