lunes, 31 de agosto de 2015

Política

Texto extraído del libro "Conversaciones con Dios II"  
Neale Donald Walsch


Los políticos odian la historia que se escribe con la verdad.


Los gobiernos saben, que la población no los apoyaría, si entendieran las razones reales de la mayoría de las decisiones políticas. Son muy pocos los gobiernos que no engañan deliberadamente a sus pueblos.

El gobierno tiene que mentir para retener, al menos la lealtad del pueblo. Quienes ejercen el poder nunca pueden permitir que el público sepa como llegaron a esa posición, ni todo lo que han hecho y están dispuestos a hacer para permanecer en ella.

La verdad y la política no se mezclan y no pueden mezclarse, debido a que la política es el arte de decir únicamente lo necesario y decirlo en la forma adecuada, a fin de alcanzar el objetivo deseado.

La política es la forma en que los que están en el poder buscan "convencer" de que su interés es el de dicha mayoría. Por eso los gobiernos son muy hábiles para diseñar programas que doten de algo a la población, cuando los gobiernos empezaron a ser el "proveedor" del pueblo, los gobiernos empezaron a crear la sociedad, en vez de preservarla.

Sin embargo, cuando se provee para las necesidades de la población, se debe tener cuidado de no despojarla de la mayor dignidad: el ejercicio del poder personal, la creatividad individual y el ingenio firme que permite a las personas darse cuenta que ellas pueden proveer para si mismas.

No pueden legislar la moralidad, no pueden obligar a la igualdad.

Lo que se necesita es un cambio en la consciencia colectiva y no una ley aplicable a la consciencia colectiva. Nada es más benéfico para los muchos que permitirles que se gobiernen a sí mismos. No pueden crecer y volverse grandes cuando el gobierno constantemente les dice lo que deben hacer.

Las grandes sociedades necesitan muy pocas leyes.

Todo el planeta enfrenta una crisis de consciencia, no se consideran parte de la familia humana y por ende, los problemas de la familia humana no son los propios.

La maquinaria política del mundo, opera basada en el interés propio. Habrá que empezar a ver los intereses de otros como propios y gobernarnos a nosotros mismos.

Para reflexionar!

Con cariño,

Paulina




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