Que palabra, que rol más grande nos regalo Dios al darnos la vida. Merecedoras del gran milagro de traer vida al mundo.
Hoy que estoy viviendo en carne propia el proceso de ser madre, surgen en mi varios aspectos: emociones diversas, sentimientos, pensamientos y por que no decir que surgen también ciertos miedos y dudas.
Cada madre, cada mujer asume este rol en la vida de manera diferente. Con todo el derecho y la decisión de aceptar como María, la voluntad de Dios. Agradecida porque mis hijos me escogieron a mi como madre, existe una antigua teoría que dice, que son los hijos quienes escogen a sus padres y no viceversa.
Es un placer que a través de mi, traiga vida a este mundo, no lo miro como mi posesión, reconozco que yo soy, el medio mediante el cual Dios me elige para traer a su hijo o hija a Tierra y mi misión radica en ayudarle a reconocerse y regresar a casa.
Se que tanto los hijos como los padres nos convertimos en maestros mutuos, porque a través de las experiencias y momentos vividos, algunos agradables y otros no tanto, nos vamos conociendo y reconociendo como individuos.
Mi homenaje hoy a las madres, a aquellas mujeres que dijeron SI a la vida, aquellas que asumieron uno de los roles más importantes de sus vidas.
Gracias a Dios y a la Virgen por hoy poderme conceder la dicha de asumir un rol a mi vida como madre, reconocer que ahí radica mi trabajo mas importante, porque primero esta lo que sucede casa adentro y luego lo que acontece afuera.
Felicidades madres, porque la chispa divina de crear vida reside en nosotras.
Con cariño,
Paulina
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