lunes, 2 de febrero de 2015

En la simplicidad

En lo simple de las cosas, momentos, personas y lugares se esconde una belleza digna de admirar.Comprendiendo que no siempre lo mas, es mejor sino; todo lo contrario. Viviendo con sencillez y simpleza se descubren los verdaderos tesoros.

Amando, amando cada momento, cada instante del día, viviendo en el aquí y en el ahora. Si tomas consciencia y estas atento, cada trae consigo una sorpresa y una bendición.
No necesitamos estar haciendo mucho para SER mas, es mas importante primero SER para luego tener. 

Todo en este mundo está compuesto por energía y nosotros los humanos somos el más claro ejemplo de esto. Así como la energía esta en movimiento, también se transforma y se contagia. Me di cuenta que cada uno, en el lugar donde estamos, haciendo lo que hacemos podemos empezar a contagiar y transmitir amor y paz, y de a poco y con nuestro aporte, el mundo cada vez será un espacio para vivir y convivir con mas felicidad, amor y paz.

Anhelo un mundo donde podamos reconocer en otro ser la divinidad, un mundo donde el respeto sea el valor más importante y donde el amor sea el principal ingrediente.
Que importa si sueño muy alto, porque he descubierto que solo soñando en grande, recibo en grande.

Si a alguien le interesase saber cual ah sido mi secreto para hoy vivir mas feliz, les digo que el mayor secreto y tesoro esta dentro de cada uno de nosotros, y ahí, en la profundidad de mi SER, me pude encontrar, me pude reconocer, amar y aceptar  por lo que soy, fuente de amor y luz del Creador. Reconociendo en todo y en todos una obra perfecta.

El cambio sucede cuando el clic es interno.

Mi objetivo es que cada vez seamos mas personas que despertemos y tomemos consciencia, reconociendo, amando y aceptando nuestra vida, haciendo que cada día de esta vida que hemos elegido vivirla tenga un propósito elevado y sobre todo la realización de nuestro SER. Decidiendo a cada momento quienes somos y quienes queremos ser. Experimentándonos y expresándonos como somos. Dando y recibiendo amor.

Namaste,

Paulina

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