El perdón libera más a quien lo
da, que a quien lo recibe. El perdón es amor. El perdón no significa olvido,
pero sí, que el recuerdo ya no duela.
El perdón hacia los demás y hacia
uno mismo, es reconocer que el otro al igual que yo, somos humanos y por ende, estamos
sujetos a error. Si en algún momento el error del otro o de uno mismo, nos afectó, pudo deberse a la ignorancia o
falta de consciencia.
Perdonar y perdonarnos es vital
para liberarnos de ataduras, soltar el pasado, dejar el rencor y el odio y
poder seguir viviendo más ligeros y amorosos para el bienestar propio.
Perdona no por el otro, sino por
ti.
Mediante el amor y la aceptación
comenzamos a perdonar, no significa que sea fácil pero es necesario para poder
seguir caminando más livianos por el viaje llamado vida.
Pregúntate hoy: a quién necesitó
perdonar?
Paz y reflexión,
Paulina.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario