Para poder ayudar a los demás, no se necesita tener un puesto público, trabajar en una ONG o ser famoso. Basta con sentir en el corazón las ganas de entregarse, de darse a los demás. Compartir lo que Dios nos ha dado, poner ese don o talento al servicio de los demás.
Nada de lo que sea impuesto funciona, la verdadera belleza y nobleza de las acciones nacen en el corazón, no se necesita pensarlo, basta con sentirlo.
La verdadera transformación del mundo empezara cuando cada ser humano empiece a transformarse desde el interior, para desde ese lugar, empezar a ser luz para los demás.
Te ha pasado que cuando alguien te sonríe, tú sonríes también?
Ves que el amor y la alegría se contagian? Por que no empezar a contagiar amor, alegría y buenas noticias a los demás?
A la final, todos estamos hechos de lo mismo, de AMOR y desde que nacemos vamos por la vida buscando amor y aceptación en los demás, sin comprender que eso, no nos puede dar nadie mas que nosotros mismos. Ese amor y aceptación, nacen en el interior de cada persona y solo así estando completos y enamorados de nosotros mismos podremos amar a los demás, desde la completud y no desde la necesidad; amando sin exigir tan solo con las ganas de compartir.
Haz que la historia de tu vida te haga feliz y dichos@
Feliz semana!
Con amor,
Paulina
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