Cuando Dios creó el mundo, no delimitó tierras ni dijo esto es de aquellos y este otro no. La tierra nos pertenece así como nosotros a ella.
Con qué derecho se puede determinar quien entra a un país y quién no? Quienes somos nosotros para prohibir una mejor calidad de vida para una persona?
Somos habitantes y ciudadanos del mundo entero. Las fronteras y los límites están solo en nuestra cabeza. Si lo queremos deberíamos poder ir a cualquier lugar del planeta y sentirnos como en casa, porque no sólo el lugar donde nacemos o crecemos nos pertenece; el mundo es demasiado grande para creer que el pedazo de tierra donde nacimos lo es todo.
Por qué permitimos que tantos hermanos mueran en el mar o en las fronteras?
Lo que le pasa a uno de ellos, es responsabilidad de todos! hasta cuando nos vamos a quedar inertes frente a la injusticia y la crueldad?
Todos llevamos sangre humana, estamos hechos de lo mismo y por El mismo. Merecemos vivir una vida digna y salir a buscarla donde más creamos encontrarla.
No porque un individuo nació en determinado país merece vivir mejor que otro. Todos merecemos una vida digna y en paz y es responsabilidad de nosotros y de los gobernantes ofrecer condiciones de vida apropiadas para el bienestar individual y colectivo.
Hoy que tu puedes leer este mensaje, te has preguntado, cuántas personas en este preciso instante están intentando cruzar alguna frontera en el mundo, o peor aún muriendo en el intento?
Paulina